Este proyecto es un estudio de como abordar el diseño de viviendas de pequeño tamaño en los suburbios densamente poblados de Tokio.
A pesar de las estadísticas que indican que la población de Tokio alcanzará su punto máximo en 2015 -lo que provocará una probable disminución en los precios de las viviendas-, la expansión suburbana continúa. La densidad en esta evolución se está volviendo tan implacable que lo que se supone que son los jardines que rodean las casas ahora son simplemente espacios residuales y a pesar de los altos precios de los terrenos, una vivienda unifamiliar sigue siendo el sueño de todas las familias.
Este proyecto se centra en maximizar el espacio exterior, al mismo tiempo de resolver la privacidad del interior. En este caso la vivienda maximiza su perímetro y se abre hacia el interior. Dos volúmenes en forma de U están apilados uno encima del otro, unidos para crear espacios fluidos de vida alrededor de un jardín central.
Sin embargo, en lugar de cerrar este jardín interior, se alterna la orientación de los volúmenes para permitir que el aire fluya a través de él, ventilando naturalmente el edificio y reduciendo drásticamente la carga de refrigeración durante el verano. El espacio interior fluye continuamente alrededor de este atrio en niveles ambiguos, las alturas varían y por lo tanto aumentan el tamaño percibido de la casa.